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viernes, 21 de octubre de 2011

FUE EL PRIMER ENSAYO DE LA CIA EN LA REGIÓN Piden perdón por el golpe en Guatemala de 1954 Publicado el 21 de Octubre de 2011


El gobierno de Álvaro Colom desagravió al presidente constitucional Jacobo Árbenz a pedido de la CIDH. La influencia de las bananeras. 
 
El presidente Álvaro Colom pidió ayer perdón en nombre del Estado guatemalteco a la familia del ex mandatario Jacobo Árbenz Guzmán, derrocado por tropas de Estados Unidos el 17 de junio de 1954, en cumplimiento a un acuerdo amistoso al que se llegó con los familiares en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Como jefe de Estado y comandante general del Ejército, quiero pedir perdón por ese gran crimen cometido”, dijo el dignatario durante un acto celebrado en el Patio de la Paz del Palacio Nacional de la Cultura, al que asistió el hijo del ex presidente, Jacobo Árbenz Vilanova, y su familia.
Colom afirmó que la agresión de EE UU no fue sólo en contra de Árbenz, conocido como “El soldado del pueblo”, sino también contra el gobierno y contra Guatemala. “Los intereses que derrocaron al ‘soldado del pueblo’ allí están, ya no son bananeras sino corporaciones”, recordó el mandatario en referencia a la invasión norteamericana que depuso a Árbenz para evitar la reforma agraria. El presidente insistió en que el derrocamiento de Árbenz y los vejámenes que sufrió constituyen “un crimen histórico” del que Guatemala no se ha “recuperado todavía”.
La sociedad guatemalteca no vive en paz y persiste la polarización pese a que en diciembre de 1996 se firmaron los acuerdos que pusieron fin a los 36 años de conflicto armado interno que dejaron más de 250 mil víctimas, expresó el jefe del Estado. “La familia se merece este pequeño reconocimiento moral”, dijo el mandatario, y subrayó que la Revolución de 1944 y el derrocamiento de Árbenz “tienen que ser las piedras que construyan una nueva Guatemala con justicia social”.
El hijo del depuesto presidente, Jacobo Árbenz Vilanova, recordó durante el acto que su “familia sufrió mucho en el exilio por una injusticia de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de EE UU) movida por intereses particulares”.
“Jacobo Árbenz era un ciudadano más de Guatemala, pero tenía un fervor de hacer mucho por el país. Impulsó la reforma agraria, el ferrocarril y la hidroeléctrica Jurun Marinalá”, recordó el hijo del homenajeado. Con esas medidas, “que no eran comunistas”, añadió, Árbenz quitó el monopolio a las empresas estadounidenses.
Su mayor logró fue la reforma agraria, que consistió en expropiar tierras en desuso para otorgarlas a los agricultores y propiciar el desarrollo rural, acción que provocó el malestar de la United Fruit Company y del gobierno de los Estados Unidos. Ese fue el detonante para que Washington propiciara un levantamiento castrense e intervención militar de sus tropas. Árbenz se exilió en México, donde murió en 1971 a los 58 años. <
Efe

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