
"¡Hoy puedo decirles que vivimos #LaFelicidad de un nuevo amanecer para Colombia, una nueva etapa de nuestra historia, la de UN PAÍS EN PAZ!", tuiteó el mandatario horas antes del acto.
Unas 2500 personas de blanco, según el protocolo, entre ellas 250 víctimas, participaron de la histórica ceremonia. La ciudad amurallada, resplandeciente bajo un sol inclemente, se vistió de gala para la ocasión, adornada con palomas de la paz con una cinta amarilla, azul y roja, colores de la bandera colombiana.
Al acto asistieron 15 jefes de Estado, entre ellos el cubano Raúl Castro, anfitrión de las conversaciones auspiciadas también por Noruega, Venezuela y Chile; el jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el rey emérito de España, Juan Carlos, y numerosos representantes de organismos internacionales.
El pacto, un texto de 297 páginas que esencialmente busca cambiar "balas por votos", promueve el desarme de la guerrilla y su transición a la vida política legal. Se firmó con un "balígrafo", un bolígrafo elaborado con balas, una réplica del cual será obsequiado a los visitantes.
Lo acordado fue ratificado el viernes pasado por las FARC, nacidas de una sublevación campesina en 1964 y actualmente con unos 7000 combatientes, al cabo de una inédita conferencia guerrillera con aval del gobierno y abierta a la prensa en El Diamante, un remoto paraje del sur del país. "Se acabó la guerra, vamos todos a construir la paz", escribió Timochenko en Twitter.
Para entrar en vigor, el acuerdo debe ser aprobado en un plebiscito convocado para el 2 de octubre, que según las últimas encuestas será favorable al "Sí".
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